Han Zhuoli intentó estabilizar su tono, pero la sorpresa en su voz no pudo ser ocultada.
—Si no te quisiera, ¿por qué aceptaría ser tu novia? —dijo Lu Man mientras lo besaba en los labios.
Han Zhuoli la sujetó firmemente, negándose a dejarla alejarse y succionó fuerte sus labios. —Ahora que finalmente has dicho que te gusto, nunca permitiré que retires tu corazón. Tu corazón se quedará aquí conmigo, nunca podrás recuperarlo.
La expresión de Han Zhouli era seria, como si se hubiera dedicado completamente a mantener su corazón con él por toda la vida. La obstinación en sus ojos era incluso un poco aterradora.
Y sin embargo, Lu Man no tenía miedo en absoluto. Ella le sostuvo la cara con sus manos, presionando las puntas de sus narices una contra la otra. —Por supuesto. Han Zhuoli, me gustas, me estoy enamorando de ti más y más a cada segundo. Incluso si ahora me dices que recupere mi corazón, ya no puedo hacerlo. Además, aunque quisiera, no depende de mí.