Xia Qingwei sonrió:
—Es mejor no causarle problemas a Lize, de todos modos, Lu Man fue contratada al final, así que ¿no es eso algo bueno?
—Sí, además Lu Man es muy destacada por sí misma, así que incluso sin usar ninguna relación, habría sido contratada —sonrió Wu Lize.
Todavía no podía creer que Lu Man fuera hija de Lu Qiyuan.
Las diferencias entre ellos eran demasiado grandes.
Además, no importa cómo la mires a Lu Man, no era como Lu Qiyuan y Lu Qi habían dicho.
De repente, Wu Lize recordó lo que su madre había mencionado alguna vez en el pasado, había dicho que la hija de su compañera de habitación en el hospital era muy digna de lástima, su padre biológico era como un padrastro, y hasta su madrastra y hermanastra la estaban intimidando.
¿Podría ser Lu Man?
Si fuese así, entonces todo tendría sentido.
—Entonces, después de que Lu Man empiece oficialmente a trabajar, tienes que cuidar más de ella —dijo Wu Zhiguo sin siquiera tomarse tiempo para pensar.
—Por supuesto —Wu Lize sonrió y asintió con la cabeza.
Por el contrario, fue la Tía Chai quien no dijo nada, e incluso su sonrisa era un poco forzada.
Después de que Wu Zhiguo terminó de empacar, y tras despedirse de Xia Qingwei y Lu Man, procedió con Wu Lize y la Tía Chai a regresar a casa.
De repente Xia Qingwei recordó —¡Ay! ¿Le entregaste el pastel que hiciste para la Tía Chai?
—Ah, me sorprendí tanto al ver al Gerente Wu aquí que me olvidé por completo de eso —Lu Man levantó la mano para verificar—. ¿No lo tengo todavía en la mano ahora?
—Corre rápido, entrégalo ahora, quizás todavía no se haya ido —insistió Xia Qingwei.
—Está bien —asintió Lu Man y rápidamente fue tras ellos.
Justo sucedió que por suerte la Tía Chai y los otros aún no se habían ido y aún estaban esperando frente al ascensor.
Justo cuando Lu Man estaba a punto de acercarse, escuchó a la Tía Chai decir —Lize, en cuanto a lo que tu padre dijo ahora de cuidar de Lu Man, puedes cuidar de ella, pero no te enamores de Lu Man.
Wu Lize frunció el ceño —Mamá, ¿por qué de repente hablas de esto? Solo conocí a Lu Man ayer y solo una vez. Admiro bastante su capacidad, pero no hay nada más. No vayas diciendo cosas así, si alguien lo escuchara podrían malinterpretarlo. Soy un hombre, así que no me importa, pero esto es malo para Lu Man. Especialmente porque trabaja bajo mi supervisión y yo soy su superior, esto afectará su reputación.
—¿No te estoy diciendo justo ahora? No es como si fuera a ir a tu empresa y regañarte. No estoy diciendo que realmente te guste Lu Man, solo te estoy dando un recordatorio. Después de todo, Lu Man es muy bonita así que no me sorprendería si te gusta de verdad. Pero te digo desde ya mismo que no lo aceptaré —dijo la Tía Chai impaciente apartando la mano de Wu Zhiguo de ella—. ¿Por qué siempre me estás tirando?
—Lu Man es una chica tan buena, es filial y resiliente, ¿cómo puedes hablar así de ella? ¿No te gusta bastante normalmente? No te ofendió, ¿verdad? —Wu Zhiguo interpuso.
—Me gusta, pero solo como una persona ordinaria de la generación joven. Además, es alguien que necesita ayuda, no es que no la ayudaremos. Por supuesto, si es posible ayudarla, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarla. Pero esto no significa que la aceptaré como mi nuera. Ayudar a los demás es una cosa, pero también tenemos que considerar la realidad de la situación, ¿cierto? La salud de la madre de Lu Man es así, así que incluso si la cirugía fue un éxito, esa enfermedad no se puede curar y debe ser cuidada y necesita ser medicada para asegurar que esté bien. Eso es un pozo sin fondo, y en el futuro, la cantidad de dinero gastado será cada vez más ya que no es que después de esta cirugía, todo esté bien para siempre. El padre de Lu Man también es de un tipo tal que ya es suficientemente bueno para ella que no cause problemas, entonces ¿cómo puede ser confiable para ayudar a Lu Man? En el futuro, quien se case con Lu Man, no está realmente casándose solo con Lu Man —explicó la Tía Chai.
Incluso ahora la Tía Chai podía sentir a Wu Zhiguo continuar tirando de ella, así que impaciente lo alejó de sí —¡Te he dicho que dejes de jalarme! —gritó.