—Ambos deberían beber un poco de agua —Lu Man les dio un vaso de agua a cada uno—. Debe haber sido difícil para ambos, quedarse aquí todo el tiempo para asegurarse de que todo esté bien, y aunque quisieran beber agua o usar el baño, no podían dejar fácilmente su puesto.
Los dos de ellos estaban de hecho sedientos y por eso no la rechazaron. Tomando el agua ofrecida la bebieron rápidamente.
Lu Man quería conseguirles más agua, pero ellos la detuvieron diciendo que un vaso ya era suficiente para ellos.
—¿Puedo preguntar, por qué motivo el Joven Maestro Han está haciendo esto? —preguntó Lu Man.
Zhou Cheng negó con la cabeza.
—Nosotros tampoco sabemos, el Joven Maestro Han nos dijo que nos quedáramos atrás y aseguráramos de que todo esté bien, así que nos quedamos para protegerlas a usted y a su madre, no podemos preguntar nada más sobre esto.
—Está bien —Lu Man frunció los labios—. No voy a hacerme la fuerte y decir que no necesito su ayuda. Justo como hoy, si ustedes dos no estuvieran aquí, probablemente no podría haber manejado el problema, así que todavía tendré que molestarlos para que vigilen este lugar en el futuro.
—Por supuesto, no es ninguna molestia —Zhou Cheng sonrió, sintiendo que finalmente se le levantaba el peso—, incluso tenía miedo de que después de descubrir nuestra existencia, ya no nos dejaran quedarnos aquí.
—No soy tan despistada, soy muy consciente de mi situación actual —dijo Lu Man—. Ahora los dos de ustedes no necesitan esconderse más, así que ¿por qué no entran a la habitación del hospital?
—No hace falta, no hace falta —Zhou Cheng rechazó la oferta de Lu Man—. La habitación del hospital no es grande, si entramos, estará demasiado lleno y también es incómodo. Nosotros nos sentaremos aquí, si alguien viene, podemos verlo enseguida.
No importa lo que Lu Man dijera, ambos se negaron a entrar, así que Lu Man solo podía dejarlo estar.
Volvió a la habitación del hospital, y al verla entrar Xia Qingwei preguntó de inmediato:
—¿Quiénes son los dos jóvenes afuera?
—Son las personas de mi amigo, él estaba preocupado de que mi papá viniera a causar problemas, así que dejó a dos de sus personas para proteger el lugar —Lu Man solo pudo clasificar a Han Zhuoli como su amigo.
—¿Es el amigo de ayer? —preguntó la Tía Chai, interesada.
Lu Man solo pudo asentir.
—Sí.
Xia Qingwei preguntó curiosamente a la Tía Chai —Hermana Chai, ¿usted lo ha visto antes?
—Por supuesto —la Tía Chai dio una gran sonrisa y dijo—. Es alto y guapo, y también parece noble y digno. Su rostro es extremadamente atractivo. En mi opinión, entre todas las celebridades masculinas de hoy, no hay nadie que pueda comparársele. Incluso se adelantó para pagar por tus gastos de cirugía.
Lu Man no pensó que la boca de la Tía Chai fuera tan rápida, y la dejó completamente sin ayuda.
—Mi gasto de cirugía no es una suma pequeña, Man Man[1], ¿qué tipo de amigo es él que pudo ayudarte a pagar una cantidad tan grande de una sola vez? ¿Siempre anda con tanto dinero? —Xia Qingwei lo sentía un poco irreal.
Sin embargo, Lu Man no sabía cómo explicárselo y vio que la Tía Chai, que estaba al lado, escuchaba atentamente.
El corazón de Lu Man se hundió, la Tía Chai era una buena persona, pero tenía la lengua floja y le encantaba el chisme.
—Nos conocimos en mi trabajo y hemos trabajado juntos antes. Él justo me vio y me ayudó porque confiaba en mi moral —dijo Lu Man.
Xia Qingwei creyó lo que Lu Man dijo, ella también creía en la moral de su hija.
—¿Ya has devuelto el dinero? —Xia Qingwei seguía pensando en ello, no se sentía tranquila debiendo tanto dinero a alguien.
—Todavía no —dijo Lu Man—. Mi tarjeta está en casa y no he vuelto a casa estos últimos días.
Al escuchar eso, Xia Qingwei la instó rápidamente —Entonces deberías ir rápido a casa a buscar la tarjeta y devolverle el dinero a tu amigo. Seguir debiendo tanto dinero, simplemente no me siento tranquila, y también me siento avergonzada.
Originalmente, Lu Man pensaba esperar a que Xia Qingwei se recuperase para volver a casa.
Sin embargo, después de descubrir hoy que Han Zhuoli dejó personas aquí para proteger el lugar, no importaba qué, tenía que agradecer a Han Zhuoli.
[1] Apodo para Lu Man.