Era sábado hoy y Wen Chen también estaba en casa. Se veía muy pálido después de regresar a casa anoche, como si algo malo hubiese ocurrido en el banquete.
Esta mañana, no mucho después del desayuno, Jing Yuan vino de nuevo. Esta vez, vino sola.
Cheng Wan no se veía muy bien. Aunque ambas eran chicas de la Familia Jing, Jing Yao era completamente diferente de Jing Yuan. Jing Yao era obediente y no hablaba mucho. A Jing Yuan le gustaba hacer cosas para complacer a los mayores, y muchos de ellos pensaban que era aduladora.
Cheng Wan no lo veía así. En su opinión, esta chica era demasiado falsa.
Wen Chen tampoco quería ver a Jing Yuan. Cada vez que la veía, pensaba en Jing Yao.
Sin embargo, ya que estaba aquí, no podía echarla.
—Hermano Chen, ¿fue divertido el banquete anoche? —Jing Yuan se sentó al lado de Wen Chen.
Wen Chen se retiró un poco hacia un lado con una expresión fría. —Es solo para conocer a más personas. No tiene nada de divertido.
