Song Fengwan sentía que su respiración era inestable. Era como si todo su cuerpo estuviera firmemente envuelto por Fu Chen mientras él se presionaba contra ella. Quizás fue porque él acababa de tomar una ducha que...
Su aliento era húmedo y cálido.
Sus oídos se calentaban más y más, y su corazón palpitaba. Se puso rígida y no se atrevía a moverse.
—No agarres el mouse con tanta fuerza. Relájate. —Todas sus palabras trajeron su aliento caliente y húmedo a su cara.
Era claro y conmovedor.
—Está bien. —Los dedos de Song Fengwan se relajaron ligeramente, mientras que los de Fu Chen se apretaban alrededor de los de ella.
Echó un vistazo a Fu Chen de reojo. Sus caras estaban increíblemente cerca, y ella podía ver incluso los poros diminutos en su rostro. Su cabello todavía estaba medio mojado, y como se estaba inclinando, podía oler la fragancia de sándalo en él mezclada con el fresco aroma de su gel de ducha.
Olfateaba inexplicablemente bien y era fatalmente atractivo.