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Cuando Fu Chen colgó el teléfono y regresó, un mesero en el salón privado estaba sirviendo té mientras otro estaba presentando los platos insignia del restaurante a Qiao Aiyun.
—Tercer Maestro, ya terminé de ordenar. ¿Quieres echar un vistazo? —Qiao Aiyun le pasó el menú a Fu Chen.
—Eres demasiado cortés. Llámame simplemente Fu Chen —Fu Chen echó un vistazo al menú—. Agrega una sopa de pollo negro con ginseng. El clima está seco en otoño, por lo que es adecuado beber más sopa.
Qiao Aiyun sonrió y evaluó a Fu Chen. Obviamente había pedido esta sopa para ella y su hija. No es quisquilloso con la comida, y es excepcionalmente considerado. Eso es raro.
Después de que Fu Chen ordenó, extendió su mano y como si nada se limpió la frente.
La cara de Song Fengwan se puso roja, y bajó la cabeza rápidamente.
—Wanwan, ¿por qué tu cara se puso tan roja de repente? ¿Estás bien? —Qiao Aiyun era madre, así que naturalmente notó de inmediato la anormalidad de su hija.
