—Todo de mí es tuyo... —susurró en su oído.
El corazón de Song Fengwan latía descontroladamente. Los dos ya estaban muy cerca el uno del otro.
Él se inclinó hacia adelante nuevamente y se presionó contra ella. —¿Solo quieres un sobre rojo?
Song Fengwan contuvo la respiración. ¿A quién no le gusta el dinero? Si él estaba dispuesto a dárselo, ella naturalmente estaría dispuesta a aceptarlo. Pero en este momento...
Estaban demasiado cerca. Estaba rodeada por su aura, y su embriagador olor a alcohol mezclado con sándalo y madera de agar se incrustaba en sus huesos y sangre de manera dominante.
—¿Qué más? —Su voz era suave.
—¿No me quieres a mí? —Fu Chen apoyó su frente contra la de ella, coqueteando descaradamente con ella.
Había bebido alcohol, por lo que su voz era ronca. El final de su voz sonaba como si tuviera un gancho, haciendo que el corazón de Song Fengwan se acelerara.
Ella bajó la cabeza ligeramente y evitó su mirada ardiente.
