—Este es el camino que has elegido tú misma. ¿Por qué necesitas mi perdón? —La Anciana Señora Yan estaba tan enfadada que su respiración era irregular—. Chicas que no se aman a sí mismas y solo quieren divertirse con hombres... Deberías haber estado preparada para ser descubierta hace mucho tiempo.
—Es que me gusta demasiado el Hermano Mayor Jingan —los brazos y la espalda de Yan Zhihuan estaban todos hinchados y con marcas rojas, luciendo espantosos.
—¡Esa no es razón para rebajarte!
—Lo que quieras hacer no es asunto mío, y tampoco quiero preocuparme. Incluso si corres a entregarte a su puerta, podría no apreciarlo —La Anciana Señora Yan había vivido hasta esta edad, así que naturalmente conocía a algunas personas.
—Abuela...