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Cuando Fu Chen recibió el mensaje de Fu Sinian, estaba mirando a Fu Xinhan preocupado.
La Vieja Señora Fu había conseguido de quién sabe dónde un disfraz de danza del león, y hasta llevaba un sombrero. De alguna manera, un estúpido y adorable Shiba Inu estaba vestido de león.
Por otro lado, él estaba bastante contento. Con ropa, se reunía con amigos en el complejo y atraía a bastantes perras. Una de ellas casi lo sigue hasta su casa. El perro jugaba tan salvajemente.
Fu Wan no paraba de decir:
—Este perro probablemente es un caniche de juguete que reencarnó erróneamente. ¿Cómo puede un Shiba Inu ser tan frívolo?
Fu Chen estaba disgustado con su ridículo atuendo y no quería sacarlo a pasear en absoluto.
La ropa tenía lunares, lo que lo hacía ver excepcionalmente llamativo al caminar por la calle. Era el perro más guapo de todo el complejo.
