Yuncheng, residencia Qiao...
Cuando el grupo llegó a casa, Qiao Aiyun se frotó las sienes doloridas y miró a Song Fengwan. —Wanwan, desayuna antes de descansar. No vayas al atelier hoy.
—Está bien. —Song Fengwan no había pensado que el asunto que Fu Chen le había estado ocultando fuera realmente este.
Desde que Song Jingren había planeado el banquete de filiación hasta que los medios calumniaron a ella y a su madre y luego expusieron las fotos de su madre con Yan Wangchuan, había entendido que este padre no la quería tanto como ella pensaba.
Aun así, no esperaba que él estuviera tan loco como para conseguir a alguien que la secuestrara.
En el camino de regreso, Qiao Wangbei había comprado un poco de porridge de verduras y dumplings al vapor. Song Fengwan agarró sus palillos y justo cuando mordió un dumpling, su estómago se revolvió violentamente. Corrió al baño y se apoyó en el lavamanos para vomitar durante un rato...