En la mesa del desayuno, Qiao Xiyan y Duan Linbai se miraban fijamente a los ojos. Era indescriptiblemente extraño.
Por otro lado, Song Fengwan ya estaba tocando a la puerta del estudio.
—Adelante —La voz de Fu Chen era ronca.
Cuando Song Fengwan abrió la puerta, Fu Chen estaba inclinado sobre el escritorio copiando escrituras. El humo de la madera de agar quemándose se elevaba desde el quemador de incienso, subiendo lentamente. Hoy, estaba escuchando 'La Concubina Ebria', y las voces de los personajes femeninos eran melodiosas.
—Tercer Maestro —Fu Chen levantó la vista hacia ella. Llevaba un vestido verde claro, que revelaba parte de sus justas pantorrillas. El vestido tenía un diseño sin hombros, mostrando su esbelta y delicada clavícula. Había un cordón rojo colgando alrededor de su cuello, y al final del cordón había un jade Ruyi del tamaño de un pulgar. Con solo mirarlo, se podía decir que la artesanía era exquisita y que no era un producto ordinario.