—Qian Qian, ¿qué te pasa? —él inmediatamente se agachó y la miró a Shi Qian con ansiedad.
Shi Qian lo empujó fuertemente. Su proximidad solo hacía que ella se sintiera peor.
Song Yan observó la reacción de Shi Qian y no se atrevió a acercarse demasiado a ella de nuevo.
—Qian Qian, ¿tienes miedo?
Shi Qian no respondió. Solo podía respirar desesperadamente. La sofocación era insoportable.
Song Yan no podía creer que Shi Qian hubiera de pronto se tornado así. ¿Podría ser porque él acababa de perder el control?
—Qian Qian, lo siento. No tengas miedo. Ya no seré como antes, ¿de acuerdo? Solo estaba demasiado emocionado. Por eso perdí el control. Prometo que no volverá a pasar.
Shi Qian apretó los dientes fuertemente. Quería relajarse, pero sus dientes parecían estar pegados y no podía abrirlos.
Mientras respiraba fuertemente por la nariz, su rostro estaba anormalmente feo.
De repente, su teléfono sonó.
Shi Qian luchó para sacar el teléfono de su bolsillo.