—Xiao Yan se dio cuenta de que había un apodo de Sugar Daddy en el teléfono de Shi Qian e inmediatamente abrió la boca sorprendida. —¿Sugar Daddy? ¿Del tipo que era más rico que el Presidente Fu?
—Shi Qian envió un mensaje.
—Ballena Varada: [Hola, ¿fuiste tú quien dio los regalos durante la transmisión en vivo?] —La pantalla del teléfono de Fu Sinian parpadeó.
—Chen Song estaba informando la situación cuando echó un vistazo al teléfono. ¿Cómo podía alguien molestar al Presidente Fu a tan altas horas de la noche?
—Fu Sinian levantó la mano, indicando a Chen Song que se callara. Tomó su teléfono y abrió el mensaje.
—Sus labios se curvaron levemente al leer el mensaje mientras respondía.
—Sugar Daddy: [¿Te gustó?] —Cuando Shi Qian vio esta respuesta, ¡estaba segura de que era él!
—Ballena Varada: [¿Cuánto diste?] —Sugar Daddy: [No lo sé.] —Shi Qian se quedó sin palabras.