—Ella no sabía cómo era actualmente la relación de Qian Qian con Sinian —Shi Qiuran reflexionaba en voz alta—. Realmente esperaba que Qian Qian pudiera estar con Sinian.
—No quería ejercer demasiada presión sobre Qian Qian. No podía estar ansiosa respecto a las relaciones.
Shi Qiuran de repente recordó que en aquel entonces, había abandonado a Lin Shiming resueltamente.
—Lin Shiming y Su Youwei habían estado saliendo en secreto durante muchos años —continuó su monólogo—. Incluso habían tenido hijos y habían venido a tocar a su puerta. Aún así, Lin Shiming seguía siendo tan descarado.
—Él la torturaría lentamente.
—Primero la persuadiría y la haría reconocer al hijo de Su Youwei. Diría que el niño era inocente y que solo quería un padre.
—Pero, ¿acaso su Qian Qian no quería un padre?
—Lin Shiming llevó a Lin Qinghe a través de la puerta —recordó Shi Qiuran con dolor—. Vio cuánto la adoraba, y Qian Qian también.
—Este era solo el primer paso.
