Estas palabras sonaron completamente diferentes para Fu Sinian.
Shi Qian parecía conmocionada e incrédula.
Fu Sinian sonreía.
Levantó la mano y la pasó por el hombro de Shi Qian. —Volvamos a nuestra habitación.
—También quiero ver el drama televisivo con mi madre. Resulta que ese drama televisivo también me gusta —Shi Qian señaló la televisión.
Sin ninguna explicación, Fu Sinian la levantó en brazos y caminó hacia la habitación.
—Como era de esperarse de un joven —no pudo evitar decir Shi Qiuran.
Fu Sinian cargó a Shi Qian de regreso a su habitación, y su cara se puso tan roja que parecía que se le iba a escurrir la sangre.
Su habitación era más pequeña. Había una cama, un pequeño armario y una mesa de computadora. Aparte de eso, apenas había espacio.
Ella vivía sola y no sentía que fuera pequeña.
Cuando la alta figura de Fu Sinian estaba aquí, hacía que la habitación pareciera extremadamente pequeña.
Fu Sinian la colocó directamente en la cama y se inclinó sobre ella.
