—Yiming, ¿no dijiste que te le ibas a confesar a Shi Qian unos días después de la grabación? ¿Ya te confesaste? —preguntó Chen Chen.
—No me he confesado —respondió Liu Yiming con calma.
—¿Por qué sabe toda la escuela que tú y Shi Qian son novios? —Chen Chen preguntó sorprendido.
—¿Toda la escuela sabe que Shi Qian y yo somos novios? —Liu Yiming se quedó atónito por un momento y repitió la pregunta.
—¡Así es! Lo hicieron sonar tan convincente. Incluso dijeron que ustedes dos habían comenzado a salir hace mucho tiempo.
—Entiendo —Liu Yiming asintió. Parecía que tal noticia se había esparcido por lo que había pasado esa mañana.
—Entonces, ¿vas a cambiar tu plan de confesión? —Chen Chen preguntó de nuevo.
—No, vamos de acuerdo al plan.
—¡Vale! No te preocupes, déjamelo a mí. ¡Definitivamente te ayudaré a triunfar y a recuperar a la belleza!
Liu Yiming colgó y caminó hacia el escritorio.
Shi Qian seguía mirando la computadora, con el ceño fruncido.