—Eso es perfecto. Envía la dirección a mi teléfono y luego se la enviaré a Jiang Feng.
—La enviaré después de colgar.
—Vale, eso es todo. Mamá va a colgar.
—Sí, sí.
Después de colgar, Shi Qian fue al armario a buscar ropa.
Había unos cuantos conjuntos de ropa en el armario. Fu Sinian los había comprado.
Las palabras de Fu Sinian aparecieron de repente en su mente.
—¿Sabes en qué estaba pensando cuando elegí este vestido para ti?
—Práctico.
Shi Qian pensó en cómo Jiang Feng iba a llegar más tarde. No podía encontrarse con él solo con una toalla envuelta.
Escogió una vestimenta al azar y se la puso. Salió del salón y rápidamente encendió todas las luces.
Alrededor de una hora más tarde, Jiang Feng llegó afuera del vecindario.
Aparcó el coche y caminó hacia Fu Sinian. —Joven Maestro Fu, ¿de verdad vive aquí ahora la Joven Señora?
El corazón de Fu Sinian se hundió. —¿Compraste lo que te pedí que compraras?