—Además, ¡lo insultaron llamándolo perra! A Fu Sinian realmente lo insultaron llamándolo perra. Tengo mucha curiosidad. ¿Qué hizo para merecer ese título?
—Si todavía quieres practicar esgrima con el Joven Maestro Fu, puedes satisfacer tu curiosidad todo lo que quieras —le recordó Bai Jianshen.
La cara de Rong Qi se tensó.
Olvidalo. La curiosidad mató al gato, pero también podría matar a una persona.
Fu Sinian esperaba impaciente. Rong Qi aún no le había dado una respuesta. Lamentaba haberle preguntado a Rong Qi.
De repente, su teléfono sonó de nuevo.
—Joven Maestro Fu, ¿suele gustarte beber té? Especialmente Biluochun.
Rong Qi era misterioso. Fu Sinian cerró sesión en WeChat y buscó en línea.
Solo había escrito: Tú tampoco vives en el Lago del Oeste. Una frase completa apareció automáticamente abajo.
—¿Tú tampoco vives en el Lago del Oeste? ¿Cómo te criaron para ser tan perra?
Fu Sinian hizo clic en el contenido siguiente, y la página web apareció.
