Shi Qian ordenó la casa alquilada. Estaba impecable.
Sentada en el sofá y mirando la cabaña limpia y ordenada, se sentía tranquila. Su vida parecía haber vuelto finalmente a la normalidad.
Fue a ducharse y cambiarse de ropa antes de ir al hospital a visitar a su madre.
Shi Qiuran ya podía levantarse de la cama y moverse. Los doctores dijeron que su recuperación después de la cirugía fue especialmente buena.
Ahora, la enfermera especializada en cuidar a Shi Qiuran había sido dispuesta por el Viejo Maestro Fu. Shi Qian planeó visitar la antigua residencia de la familia Fu después de ver a su madre.
Tenía que darle a su abuelo una explicación por su divorcio con Fu Sinian.
No obstante, tenía un problema en ese momento.
Se trataba de cómo resolver el asunto con su madre. Ella y Fu Sinian ya habían registrado su divorcio.
Shi Qian llegó a la sala. Shi Qiuran estaba caminando alrededor bajo el cuidado de una enfermera.
—Mamá —dijo Shi Qian.
Shi Qiuran se volteó inmediatamente.