—Shi Qian, más te vale recordar no volver a entrar en mi mundo —dijo Fu Sinian fríamente.
—Lo recordaré —Shi Qian sintió que no solo lo recordaría claramente, sino que podría hacerlo.
Después de completar los procedimientos, Shi Qian miró el libro rojo y sintió un sentimiento indescriptible.
Finalmente consiguió lo que quería.
Rechazó toda la compensación que le dio Fu Sinian. Terminar con este matrimonio era el mejor resultado para ella.
Fu Sinian se sentó en el coche y miró el certificado de divorcio en su mano.
Había terminado.
No era solo el matrimonio lo que había terminado.
Por primera vez en su vida, su corazón se aceleró. Sin embargo, esta relación no había llegado a nada.
Jiang Feng arrancó el coche y condujo hacia Shi Qian.
Shi Qian justo estaba enfrentando donde Fu Sinian estaba sentado. La ventana del coche estaba abierta. Shi Qian vio que Fu Sinian todavía sostenía el certificado de divorcio.