Cuando llegaron al café, encontraron un asiento en la esquina.
—Shi Qian, hoy invito yo —Liu Yiming le pasó el menú a Shi Qian—. Pide más bocadillos.
—No, no, esta vez pago yo —A Shi Qian le daba mucho miedo molestarlo. Se sentía mejor si lo invitaba ella.
—¿Cómo puedes dejar que una chica pague en un lugar como este? Deja de competir conmigo.
—Está bien, entonces te invitaré a comer la próxima vez —Shi Qian no siguió discutiendo. Miró el menú y pidió algunos pasteles y café.
—Mayor, ya he pedido. Mira a ver qué quieres tú —Liu Yiming pidió lo mismo y le entregó el menú al mesero.
—Shi Qian, tengo una pregunta atrevida para ti. Si es demasiado directa, no tienes que responderme.
—¿Qué pregunta? Adelante.
—¿Cuál es tu relación con Fu Sinian? Lo llamas tío. No están relacionados ni nada, ¿verdad?
Shi Qian realmente no podía responder a esta pregunta.