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Uno estaba en el sur y el otro en el norte. ¿Qué clase de cercanía era esa?
¡Uno realmente se atrevía a decirlo y el otro realmente lo creía!
¡Definitivamente, los hombres eran mentirosos! El Joven Maestro Fu no era la excepción.
Sintió que el Joven Maestro Fu estaba mintiendo deliberadamente a la Joven Señora. ¡Podría estar tramando algo!
Shi Qian y Fu Sinian estaban sentados en el coche. Ella abrió ansiosamente el conjunto de regalo y no pudo resistirse a sacar una marioneta de sombras para mirarla.
Realmente no se veía diferente de un niño que hubiera recibido un regalo.
Los labios de Fu Sinian se curvaron levemente y la miró a Shi Qian con más ternura.
Parecía que le gustaba mucho.
