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—Lo siento, pero no ofrezco servicios de chat —dijo Ballena Varada.
—Entonces reconsideraré subir el precio justo ahora —dijo Financiero.
Shi Qian se quedó sin palabras.
—¿No dijiste que el audio que grabé era muy bueno para tu tratamiento? ¿No te preocupa que no lo grabe más si vuelves sobre tu palabra de esta manera? —preguntó Ballena Varada.
Fu Sinian miró su teléfono y sonrió. ¡Cómo se atreve a amenazarlo!
—¿Estás segura de que no vas a grabar más? —preguntó Financiero.
Shi Qian miró la respuesta en su teléfono y se atragantó.
—Es un chat normal, no el tipo de chat que piensas —aclaró Financiero.
La otra parte parecía poder adivinar sus pensamientos. Shi Qian sintió que estaba siendo manipulada por este extraño. Miró su teléfono y no supo qué responder por un momento.
—Puedo pagar —afirmó Financiero.
—¿Cuánto? —preguntó Ballena Varada.