El doctor le explicó mucho a Shi Qian. Cuando Shi Qian salió del hospital, ya casi era de noche.
Ella no llamó a Jin An para que la recogiera. De repente, quiso caminar sola.
Después de que su madre fuera dada de alta del hospital, tenía dos planes. Uno era alquilar una casa en la capital, y el otro era enviar a su madre al sanatorio del Dr. Bai en Ciudad de las Nubes.
El ambiente del sanatorio era definitivamente más adecuado para que su madre se recuperara, pero ella no podía quedarse al lado de su madre.
No debería ser un problema alquilar una casa en la capital y vivir estrictamente según las indicaciones del médico.
Mientras Shi Qian se perdía en sus pensamientos, sintió que se hundía su hombro y alguien la palmoteó.
Miró hacia atrás, no vio a nadie, y miró en la otra dirección.
Liu Yiming apareció a su lado.
—¿Mayor? ¿Por qué estás aquí? —Shi Qian se sorprendió.
—Me torcí la mano jugando baloncesto. Vine a cambiar mi vendaje —Liu Yiming levantó su muñeca.
