—Al principio no podía aceptar este matrimonio, así que le pedí a Su Ruoqing que fingiera ser mi novia. Esperaba que aceptaras mi divorcio de Shi Qian cuando vieras que tengo una novia —admitió Fu Sinian.
—¡Tú… tú... qué quieres que diga de ti! —El viejo maestro estaba tan enojado que señaló a Fu Sinian.
Fu Sinian no discutió. De hecho, podía aceptar las burlas del viejo maestro con calma.
—¿Cómo conociste a esa Su Ruoqing? ¿Qué relación tenían antes? ¿Cómo puede estar tan cerca de ti? —El viejo maestro seguía confundido.
—La conocí durante mis años de estudio en el extranjero. Fuimos alumnos de la misma universidad. Ella se especializó en psicología.
—Fu Sinian, solo quiero que me digas la verdad. ¿Alguna vez tuviste un lío sentimental con esta Su Ruoqing? ¡No me digas que hay alguna amistad pura entre hombres y mujeres! ¡No creo en esas tonterías!
—Una vez consideré casarme con ella —respondió Fu Sinian francamente.