Fu Sinian extendió la mano para sostener a Su Ruoqing.
La reacción de Su Ruoqing fue completamente inesperada.
—¿Estás bien? —preguntó.
—Estoy bien —negó Su Ruoqing con la cabeza, pero sujetó firmemente el brazo de Fu Sinian. Su cabeza también se apoyó en el pecho de Fu Sinian, como si estuviera a punto de desmayarse.
Shi Qian miró a los dos en un aturdimiento.
¡Nunca esperó que Su Ruoqing se adelantara y recibiera la bofetada por ella!
Fu Sinian no soltó la mano de Su Ruoqing, pero dio un pequeño paso atrás. Parecía que Su Ruoqing seguía en sus brazos, pero en realidad había una distancia entre ellos.
Su Ruoqing supo cuándo detenerse y rápidamente miró a Shi Qian con preocupación.
—Shi Qian, ¿estás herida?
—Estoy bien —negó Shi Qian con la cabeza y preguntó a Su Ruoqing:
— Señorita Su, ¿y usted?
La sangre fluyó lentamente de la comisura de los labios de Su Ruoqing. No tenía buen aspecto.
—Estoy bien. Me sentí un poco mareada. Ahora estoy mejor.