Había una sonrisa en esta voz. Sonaba gentil, pero cada palabra estaba escondida con una innegable agudeza y dignidad.
—Nunca te he conocido antes. ¿Tienes algún malentendido sobre mí?
—¡Mis ojos no son cubas teñidas. No pueden retener todas tus expresiones! —Su tono se volvió de repente agudo. Luego, como si nada hubiera pasado, su voz se suavizó de nuevo—. Hay miles de colores en el mundo, pero solo me gusta el rojo. Quítenlos todos y azótenlos cincuenta veces primero.
El tono al final era tan casual como podía ser, pero mostraba vívidamente el porte estratégico de la protagonista.
Shi Qian terminó sus líneas y levantó la vista hacia la gente que tenía enfrente.
Recién entonces la gente reaccionó.
El Director Zheng le hizo señas a Shi Qian para que saliera primero.
En la postproducción, al Director Zheng le preocupaba más el doblaje. Esto concernía a si la calidad del drama completo podría coincidir con el efecto que él quería.