—Joven Maestro Fu, has estado en coma durante más de tres años. Ni siquiera han pasado tres meses desde que despertaste, pero ya hay una situación. ¡Esto no parece tu estilo! Si confiesas, serás perdonado. ¿La situación comenzó hace mucho tiempo?
Antes de que pudiera responder Fu Sinian, Rong Qi contrarrestó su idea.
—Shi Qian es solo una estudiante de segundo año, todavía en sus veintes. Si hubiera una situación hace tres años... ¡Demonios! ¡Ustedes bestias!
Fu Sinian frunció el ceño al escuchar la voz de Rong Qi.
—¿La investigaste? —preguntó.
Rong Qi sintió un escalofrío y rápidamente explicó:
— ¡No! Solo me preocupaba por qué te preocupabas personalmente por una pequeña celebridad, así que aprendí un poco sobre ella.
—Mi relación con Shi Qian no es lo que tú crees —explicó Fu Sinian.
Rong Qi no pudo evitar sonreír.
Pensó para sí mismo: «Fu Sinian, solo estás tratando de explicar las cosas. ¡Si te creo, habré vivido más de veinte años en vano!»
