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Fu Sinian de repente vio una figura caminando hacia Shi Qian.
Por la figura, debería ser el hombre de ayer.
Shi Qian y esa persona resultaron estar caminando desde dos direcciones diferentes. ¡Esa escena parecía la de cuando se encuentran los amantes!
¿Cómo podrían haberse encontrado por casualidad en la puerta de la escuela?
¿O habían quedado para venir juntos a la escuela?
¡El corazón de Fu Sinian estaba oprimido!
Él fue quien la había traído aquí, ¡pero había presenciado esa escena!
El ceño de Fu Sinian se frunció.
De repente, el coche arrancó y Shi Qian desapareció de su vista.
Jiang Feng pensó un momento y soltó los frenos.
—¿Quién te dijo que lo arrancaras? —la voz de Fu Sinian era fría.
Jiang Feng inmediatamente pisó los frenos.
El coche había avanzado decenas de metros. No quedaba nada que ver.
Fu Sinian lanzó una mirada furiosa a Jiang Feng.
—¿Por qué te detuviste? —Jiang Feng estaba sin palabras.
¡Era demasiado difícil!
