```
—¿Parto? —Shi Qian casi pierde su teléfono por un pelo.
—¡Estaba realmente impresionada por su madre! —El anciano maestro solo les había pedido a ella y a Fu Sinian intentar su relación por tres meses.
—¡Dios mío, su madre quería sostener a su nieto! —Shi Qian no sabía qué responder.
—Qian Qian, no contactes más a Song Yan. Puedo decir que no te gusta. Simplemente me operarán aquí y me recuperaré. Qian Qian, Song Yan sabe que ya estás casada, pero aún no se da por vencido. Si no te gusta, no le des esperanzas —Shi Qian se quedó sin palabras.
—¿Incluso si realmente estuviera de acuerdo con la sugerencia de Song Yan de llevar a su madre al extranjero para cirugía, no estaría de acuerdo en estar con Song Yan, verdad? —¿Escuchaste lo que dijo Mamá? —preguntó Shi Qiuran otra vez.
—Te escucho.
—Qian Qian, confía en Mamá. Mamá no te hará daño. Sinian es definitivamente un hombre que puede darte felicidad —Shi Qian se quedó sin palabras.