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Cuando el Viejo Maestro Fu vio a esa chica, su expresión se ensombreció.
Agarró secretamente su bastón y trató de controlar su temperamento.
Shi Qian observó la escena y pareció entender.
Fu Sinian había traído abiertamente a una chica de vuelta. ¡Debe estar divorciándose de ella!
Quizás esta chica era la novia de Fu Sinian, pero la familia Fu no lo sabía.
Una sonrisa apareció en sus ojos. ¡Por fin iba a obtener el divorcio!
La mirada de Fu Sinian cayó sobre Shi Qian y se dio cuenta de que estaba sonriendo. De repente, se sintió sofocado.
—Sinian —llamó la chica, tímida.
Fu Sinian le estrechó la mano. —Déjame presentarte. Este es mi abuelo y esta es mi madre .
—Abuelo, mamá, ésta es mi novia, Su Ruoqing .
—¿Una amiga, es eso? —preguntó Wen Lan.
La mirada que le dirigió a Fu Sinian era una advertencia.
El anciano maestro ni siquiera se molestó en mirarla. Tomó la mano de Shi Qian y dijo:
—Qian Qian, vamos a volver a la casa .