Wen Lan extendió la mano y sostuvo la de Shi Qiuran. —Hola, mi nombre es Wen Lan. Debería haber venido a visitarte hace tiempo, pero hay demasiadas cosas que hacer en la empresa. Es muy descortés de mi parte venir solo ahora.
—No, no, no. Eres demasiado amable. Siempre has sido tú quien hace los arreglos para mí. Aún no te he agradecido —Shi Qiuran le agradeció rápidamente.
Ella estaba realmente agradecida con la familia Fu.
Si no hubiera conocido a la familia Fu, ¿qué tan difícil habría sido para Qian Qian?
Además, había escuchado que Fu Sinian había despertado.
Qian Qian no tendría que velar por un vegetal más. Si los dos pudieran continuar como pareja, podrían ser felices.
—Ahora somos familia. No hagas ceremonias. Ya casi es hora. Tenemos que ir al aeropuerto.
—Claro que sí.
Shi Qian llevó a los dos al aeropuerto y observó cómo las dos madres se iban antes de salir.
—Joven Señora, ¿a dónde vamos ahora? —preguntó Jiang Feng a Shi Qian.