—Sinian, ¿eres tú? ¿Esto sigue siendo mi imaginación? —La voz de Su Ruoqing temblaba. Cada palabra expresaba claramente su emoción por ver a Fu Sinian.
—¿Por qué haces esto?
—Yo... Yo... —Su Ruoqing sollozaba como si hubiera sufrido un gran agravio.
Cuando Shi Qian vio lo desconsolada que estaba Su Ruoqing, le dolió un poco el corazón. Era una mujer, pero ya sentía lástima por Su Ruoqing, y más aún un hombre.
Quería irse.
¿Qué había que verificar cuando Su Ruoqing estaba así?
Solo había una cosa que verificar: cuánto amaba Su Ruoqing a Fu Sinian.
—Sinian, en el momento en que te vi, de repente sentí que la muerte era una cosa tan estúpida. Si muero, no podré verte nunca más —Su Ruoqing reveló sus sentimientos sin ninguna duda.
Fu Sinian echó un vistazo en dirección de Shi Qian.
Shi Qian lo miró y desvió la mirada.
En ese momento, se arrepintió de haber venido con Fu Sinian.
