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Shi Qian no se atrevió a mirarlo de nuevo. Se sentía culpable.
Tomó unas cuantas respiraciones profundas para calmar su mente inquieta.
Afortunadamente, Fu Sinian no sabía nada.
O si no...
Era impensable.
No pudo evitar echar otra mirada a Fu Sinian. Su rostro ardía.
¿Cuánto tiempo seguiría así?
¿Un vegetal realmente reacciona así?
¿Sucede todos los días?
Un pensamiento la golpeó. Había un informe de que una persona en estado vegetativo había concebido un hijo y lo había dado a luz sin incidentes.
No obstante, el vegetal era una mujer.
Después de la reacción de Fu Sinian justo ahora, ella la había presenciado por sí misma.
Shi Qian rápidamente descartó este pensamiento. —¿Por qué iba a pensar en esas tonterías!
...
El Dr. Bai preparó una taza de café y se dirigió al ordenador.
Incluso el reflejo de la pantalla del ordenador en sus gafas no podía ocultar la emoción en sus ojos mientras miraba los datos parpadeando en la computadora.
