—Quiero confirmar algo contigo —hizo una pausa—. He oído que estás colaborando de nuevo con la familia Richardson.
Daniel Thompson permaneció en silencio por un momento, luego asintió levemente —Fue idea de Gillian. Ella dijo que no culpa a nadie y aceptó someterse a una cirugía, pero tenía una petición: que nuestra compañía continúe cooperando con los Richardson.
¡Qué secuestro moral!
No es de extrañar que este acuerdo férreo pudiera ser cambiado.
Estaba claro que Gillian Thompson se estaba poniendo del lado de Isabelle Richardson.
Molly Walker creía que el secuestro moral de Gillian usando su propia pierna no era la primera vez, y que no sería la última.
A pesar de que estaba preparada, la noticia todavía la hizo temblar terriblemente el corazón.
Todos sus esfuerzos habían sido en vano.
Su mirada se volvió hacia la ventana, su corazón dolía como un objeto afilado que lo atravesara.