En las fotos, la chica estaba claramente enojada por algo, pero Ethan Hopkins no estaba irritado en absoluto. Su expresión era tierna y paciente, como si la estuviera apaciguando.
Gillian Thompson miraba fijamente estas imágenes, con la mandíbula apretada.
Su corazón se sentía como si estuviera siendo ferozmente apretado por una mano gigante, la presión se volvía insoportable.
—Gillian, las fotos no son reales. —Ethan Hopkins se sorprendió cuando vio las fotos.
Cualquiera que viera estas fotos pensaría que él tenía una relación ambigua con la chica. No podía explicarlo, así que tenía que cambiar la narrativa.