La mirada de Nicholas Thompson se encendió, su mano apretando el volante se fue tensando lentamente.
—¿Segundo Hermano? —llamó Gillian Thompson con timidez.
Desde la última vez, excepto su segundo hermano, todos en la familia Thompson deseaban que ella desapareciera de este mundo.
Nicholas se sentía decepcionado de ella, habiendo arreglado que abandonara la escuela.
Ella observó en silencio cómo Nicholas recuperaba todo, sin ninguna onda de emoción.
—Segundo hermano, lo siento. Prometo empezar a ganar mi propio dinero desde ahora, no te molestaré más —la cara de Gillian estaba pálida como la muerte, ofreciendo una sonrisa forzada—. No te preocupes segundo hermano, incluso si no tengo piernas, todavía tengo mis manos, puedo sostenerme por mí misma.
Al principio, Nicholas pensó que era una broma, pero luego descubrió que ella realmente estaba buscando trabajo.
Encontró un trabajo en un cibercafé, trabajando en la recepción.
El primer día, un cliente la acosó.