Esta frase parecía despertar a todos.
El ser liberado tan rápidamente significaba que la policía ya había investigado el asunto a fondo.
Los párpados de Molly se contrajeron y sus ojos se tornaron ácidos.
—La policía revisó las grabaciones de vigilancia de la azotea—. La voz de Michael era tranquila, como si hablara de algo que no tuviera nada que ver con él.
Su profunda mirada cayó sobre Molly y nunca la abandonó.
Molly abrió la boca, sintiendo opresión en el pecho.
Dado que revisaron la vigilancia y lo liberaron, significaba que este asunto no tenía nada que ver con él.
Bajó la vista y observó los pasos de Michael acercándose a ella, la culpa brotaba en su interior.
—Tengo algo que decirte—. La voz de Michael era ronca y baja, obviamente suprimiendo sus emociones.
Amanda quería decir algo, pero Zoey la detuvo con un suave movimiento de cabeza.
Aun preocupada, Amanda sabía que este no era el momento para hablar.