—No hagas nada engañoso, y no tengas miedo de los fantasmas que golpean la puerta. Gillian Thompson hizo algo mal, así que por supuesto tenía miedo de la vigilancia.
—Isabelle, que estaba de pie al lado, también comenzó a entrar en pánico. Conocía todo el proceso y sabía que habría problemas si revisaban la vigilancia.
—Daniel Thompson le dijo a Nicholas —Ve a revisar la vigilancia.
—Gillian, sin importarle su cuerpo mojado, agarró apresuradamente a Nicholas —Hermano segundo, iré contigo.
—Su tono era inevitablemente ansioso.
—La mirada de Daniel se oscureció.
—Gillian se defendió apresuradamente —Solo tengo curiosidad y quiero saber cómo me empujó.
—¡Mentiras!
—Molly sostenía la caja, sus labios rojos curvados en una sonrisa hermosa —Incluso si no cambias tu ropa, aún quieres ver la vigilancia. La señorita Thompson tiene una gran curiosidad.
—Solo entonces todos miraron a Gillian y notaron que solo estaba envuelta en una toalla y aún no se había cambiado de ropa.