—Suicidio... —Los ojos de Isabelle Richardson estaban apagados, y murmuró para sí misma:
— Imposible, él no pudo haberse suicidado. ¿Cómo iba a suicidarse antes de que me fuera? ¿Michael, me estás mintiendo? Después de esconderse y pasar por tantas dificultades a lo largo de los años, ¿cómo pudo suicidarse...?
Isabelle sacudió la cabeza, negándose a creer las noticias sobre la muerte de Xavier Gallagher.
En este momento, aparte de Xavier, no había nadie más que la tratara tan bien. Xavier era la persona que más la amaba y la consentía.
Sabiendo que ella quería casarse con Michael Gallagher, Xavier hizo todo lo posible por unirlos, incluso forjando personalmente un testamento para ella, permitiendo que Michael se casara con ella.
—¿Por qué se suicidó? ¿¡Por qué no lo salvaste!? —Isabelle se cubrió la boca, las lágrimas brotando de las esquinas de sus ojos.
Xavier estaba muerto, el padre de su bebé estaba muerto y el hombre que más la amaba en este mundo estaba muerto.