—Ivy, ¿sabes algo? —Un poco de melancolía apareció en el hermoso rostro de Amanda Leaford.
Había estado enferma durante tantos años, viviendo como un cadáver andante. Para un hombre como Daniel Thompson tener una aventura extramatrimonial ya no era una rareza en su círculo.
Especialmente desde que había estado discutiendo con Daniel más recientemente, sentía que él había cambiado. Antes solo tenía ojos para su familia, y el dinero y el poder eran secundarios, pero ahora Daniel ponía sus intereses primero que nada.
Pensando en la escena cuando Phoebe Belmont salió de la oficina de Daniel, la luz en los ojos de Amanda se atenuó gradualmente.
Molly Walker sostuvo la fría mano de Amanda en silencio.
Como una junior, no era su lugar interferir en los asuntos de sus padres, pero no quería ver a Amanda lastimada. Tras reflexionar, eligió sus palabras con cuidado:
