—Si Yehan miró la expresión afligida de la chica y dijo:
—Tú enséñame.
—Ye Wanwan se quedó sin palabras y respondió:
—Creo que…
—Probablemente no se te puede enseñar… no tienes potencial…
—Ye Wanwan obviamente no se atrevió a decir la verdad y dijo con total seriedad:
—Mm, creo que no tienes que aprender; ¡todo lo que tienes que hacer es confiar en tu apariencia!
—Cuando Si Yehan escuchó eso, levantó las cejas —claramente, esto no era lo que ella intentaba decir.
—Ye Wanwan saltó, se sentó al lado de Si Yehan y lo miró con la mano apoyando su cabeza. —¿Por qué no me enseñas tú? Enséñame cómo manejar todos estos asuntos para que cuando sea buena en ello, pueda ayudar a compartir tu carga!
—Al escuchar esto, la expresión de Si Yehan se volvió seria. —¿Quieres aprender?
—Ye Wanwan frunció el ceño ligeramente. —De hecho, tampoco estoy muy segura…
—Probablemente advirtiendo la vacilación de Ye Wanwan, Si Yehan la miró profundamente a los ojos. —Avísame cuando te hayas decidido.