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—Jeje, qué criatura más fina...
Su ropa estaba manchada con el pálido alcohol dorado, infundido con el lustre del jade blanco, haciendo que todos los hombres quedaran deslumbrados. La forma en la que se encogía de dolor aumentaba los deseos masoquistas de Chen Shi Jie.
—Hermosa... demasiado hermosa... —Chen Shi Jie extendió la mano, extremadamente emocionado.
Sin embargo, obviamente tenía que dejar lo mejor para el final.
Empezaría con un aperitivo.
Chen Shi Jie se giró y caminó en dirección a Jiang Yanran.
—Oh oh oh
Al mismo tiempo, la atmósfera de todo el bar llegó a su clímax y todos aullaban salvajemente.
Casi todos los hombres estaban babeando y sus ojos estaban enfocados en dirección de las dos chicas.
Una era fresca y delicada, mientras que la otra era extremadamente deslumbrante; Chen Shi Jie realmente tuvo suerte esta noche...
Justo cuando Chen Shi Jie tocó el cuerpo de Jiang Yanran, una mano esbelta de repente se estiró y agarró la muñeca de Chen Shi Jie.
