Después de que Ye Wanwan despidió a Han Xianyu, de repente recordó los mensajes de voz que había mandado Gong Xu. No sabía si reír o llorar.
—¿Este chico es un mago o algo así? ¿Por qué no monta un puesto para leer la fortuna de las personas? ¡Acierta tantas cosas incluso cuando solo habla sin pensar que podría robarme clientes en el negocio de la adivinación!
En los siguientes dos días, Ye Wanwan estuvo atenta a los movimientos de Zhou Wenbin mientras repasaba rápidamente el guion con Luo Chen.
Zhou Wenbin no parecía estar tramando nada; Ye Wanwan no tenía idea de qué podría estar ocultando.
En cuanto a Gong Xu, siempre había tenido un perfil muy alto. Todo el mundo sabía que estaba buscando a alguien y no solo movilizó a sus fans, sino que incluso movilizó a todos a su alrededor. Ahora toda la industria estaba al tanto.
