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En cuanto al guardaespaldas que estaba detrás, tenía la cara en un aturdimiento cuando observó cómo Ye Wanwan, quien apenas había completado el primer kilómetro, actuaba como una chica mimada.
Por no mencionar a Once, pero incluso Gran Blanco, que estaba detrás de Si Yehan, levantó las cejas como si expresara su desdén.
Ye Wanwan sabía que nunca había corrido un kilómetro en su vida, pero en ese momento simplemente se estaba quejando, así que rápidamente habló—No no, seguiré corriendo. ¡En el peor de los casos correré más despacio!
Si Yehan frunció el ceño.
Ye Wanwan le mostró sus mejores ojos de cachorro—Bebé, ¡súbete al auto también! De esa manera, puedo mirarte y correr con aún más energía.
Si Yehan mostró una expresión seria—¿Estás segura de que estás bien?
—Estoy bien, estoy bien. Puedo seguir un poco más; por alguna razón, cuando te vi…
Al oír sus palabras, la tez de Si Yehan se volvió mucho más suave.
