El cabello del hombre era tan oscuro como la tinta, sus ojos eran como hielo, sus labios rojos mostraban el único color en su pálido rostro, y sus blancas y enfermizas clavículas se asomaban por sus pijamas sueltas y finas. Había un aura sombría rodeándolo.
Se veía tan gravemente enfermo, sin embargo, eso no afectaba su aura en absoluto; en cambio, hacía que todos se sintieran en extremo peligro...
Ye Wanwan estaba atónita y permaneció clavada en el suelo.
El Si Yehan que estuvo en coma durante tres enteros meses en mi vida pasada...
En realidad despertó en este momento...
Este hombre despiadado y sombrío ante sus ojos solía ser la peor pesadilla de su vida.
Incluso lo maldijo hasta la muerte varias veces.
No obstante, considerando que estaba de pie frente a ella a pesar de lo débil que estaba, al ver que finalmente había recuperado la conciencia, sus ojos comenzaron a picar incontrolablemente...