Una vez que llegaron a la entrada de la oficina, Ye Wanwan despertó a Si Yehan.
—Continúa con tu reunión, yo volveré primero.
—Haz que Xu Yi te lleve —probablemente porque se había energizado después de dormir un poco, el tono de Si Yehan era mucho más suave que de costumbre.
Pero el ánimo de Ye Wanwan no estaba mejor, ya que miraba a cierto trabajólico con frustración acumulada en su mente. Se dio la vuelta y se fue sin decir una palabra.
¡De verdad, el emperador no se preocupa, pero el eunuco está preocupado hasta la muerte! [1]
Parque Vista Grande.
Después de regresar, Ye Wanwan comenzó a preguntarse cómo podría evitar que Si Yehan se enviara a la muerte.
Sin embargo, incluso después de meditarlo medio día, no pudo encontrar ninguna buena idea.
Ella no era Qin Ruoxi - lo que decía no tenía mucho peso.
No importa, las cosas se resolverían al final. Solo haría feliz a él en los próximos días y si eso no funcionaba, aún estaba la trampa de la belleza...
