—Ye Wanwan frunció los labios, miró a Lin Hao, pálido y continuó—. ¡Pero es un artista bajo la dirección de Zhou!
—¿Qué? ¿Puedo despedir a cualquier artista que esté por debajo de la lista B?
—Bien, muchas gracias, Presidente Chu…
—Al escuchar eso, Lin Hao no pudo contenerse más y corrió hacia Ye Bai—. ¡Ye… mánager Ye! ¡Me equivoqué! ¡Fui imprudente! ¡No debería haber sido grosero contigo! ¡Por favor... por favor dame otra oportunidad! ¡No me atreveré a ser tan irrespetuoso la próxima vez!
—Mientras Lin Hao se desesperaba, no mostraba ni un ápice de arrogancia.
—La llamada de Ye Bai fue como un martillo, devolviéndolo a sus sentidos al instante.
—Desde que aumentó su popularidad después de su programa, muchos recién llegados a la industria intentaron acercársele para adularlo, y eso se le subió a la cabeza. Olvidó que era solo un artista de la lista C.
