—¿Te vas? —Ye Wanwan miró a Si Yehan, mordisqueando su comida hasta que él colgó.
—Tengo que resolver algunos asuntos —Si Yehan se levantó.
—Oh… el trabajo es más importante, ¡deberías irte! —Ye Wanwan se levantó, agarró el abrigo de Si Yehan y se preparó para despedirlo.
—Ha bebido bastante. ¿Puede conducir? —Han Xianyu también se levantó y siguió detrás para despedirlo.
—¿Está el conductor cerca? —preguntó Ye Wanwan.
—Sí —respondió Si Yehan.
—¡Ten cuidado en la carretera! —Ye Wanwan se alivió y le pasó su abrigo.
Al escuchar los regaños de Ye Wanwan, Si Yehan tomó el abrigo sin decir una palabra y abotonó los botones de su traje uno por uno. Luego simplemente respondió, —En.
—Has bebido bastante hoy, ¡pide a alguien que te haga un poco de sopa para despejarte cuando llegues a casa! —dijo Ye Wanwan mientras abría la puerta.