—¿Qué demonios es ese tono? ¡Es como si dijera que su novia está haciendo un berrinche!
—Mi muy reverenciado e inmortal jefe… ¿hace… berrinches…?
—La pequeña secretaria sintió como si su visión de la vida se derrumbara.
—El tiempo se arrastraba y así, Ye Wanwan había esperado fuera de la sala de juntas por casi dos horas.
—La pequeña secretaria estiraba el cuello de vez en cuando para echar un vistazo a la sala de reuniones y parecía algo avergonzada —El Sr. Xu mencionó justo ahora que la reunión terminaría pronto. ¿Por qué está tardando tanto... lo siento Sr. Ye... probablemente tuvieron algunos problemas en la reunión...
—El jefe realmente no está haciendo un berrinche, ¿verdad? Después de todo, él terminó la reunión antes la última vez…
—Está bien, tu trabajo es más importante —ve y haz tus propias cosas. No tienes que acompañarme aquí—dijo Ye Wanwan de buen humor.
—La pequeña secretaria sí tenía un montón de trabajo que completar. Se fue a regañadientes.